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Pueden elegir cómo quieren que se cocine cada pieza, guiados por la experiencia y la delicadeza del personal de la sala.
“Los comensales de Ses oliveres diseñan su propio plato” dice Bruno Sellés, segunda generación de este privilegiado restaurante en medio de la playa de Sóller. Se trata de pescado fresco de temporada, que se presenta en la mesa y que los comensales eligen y deciden cómo quieren que se les cocine.
“Los comensales de Ses oliveres diseñan su propio plato”
Lo más común es optar por la plancha, el horno o la fritura, pero el personal del restaurante siempre está dispuesto a sugerir lo mejor para cada pieza. “El cabracho es mejor frito, a lubina, a la sal, y la dorada, a la espalda”. También se puede elegir la guarnición, ya sean patatas fritas o asadas, ensalada, o verduras salteadas.