Cuando los comensales llegan a Rias Baixas les sorprende un delicioso aperitivo en la terraza ajardinada, y un entrante le espera al llegar a la mesa. Sin embargo, es la carne madurada la que más éxito tiene y la que se expone con gracia tras los cristales de los mostradores.

Las carnes maduradas de buey o de rubia gallega son el punto fuerte de Rias Baixas y destacan por su gran calidad.

Un proceso cuidado que da como resultado la mejor carne

Rias Baixas ofrece carnes cuyo proceso de maduración más largo dura sesenta días como mínimo. Tras cinco días en la cámara frigorífica en carriles verticales, se elimina parte de la humedad y se pasa seguidamente a cámaras de frío de 1º con ventilación de aire forzada y una humedad relativa del 70%. Es así como se optimiza el proceso completo de maduración.

El resultado es una carne excepcionalmente tierna, con sabores muy potenciados y matices añejos, que se obtienen gracias a la suma de las diferentes fases del proceso.