Las mesas con manteles a cuadros blancos y rojos, la luz de las velas, el calor de la cocina a la vista, la amabilidad del personal… En Prosecco se presume de auténtica hospitalidad italiana, y en pleno “San Valentino”, el romanticismo está en el aire.

Luca Veronesi, propietario y chef de Prosecco, asegura que cualquier ingrediente de los platos que ha escogido para esta noche, puede cambiarse, tal y como manda la filosofía de una trattoria.

Un menú sencillo para disfrutar en pareja

El menú de San Valentín de Prosecco empieza con un delicioso cóctel de gambas, fresco y de gran calidad, para abrir el apetito. Como plato principal se proponen dos opciones a los comensales: o bien un risotto aderezado con mariscos del día, o bien saltimboca alla romana, un plato muy típico de la gastronomía italiana.

Para el postre el chef preparará corazón de chocolate, muy cremoso y dedicado especialmente a los comensales más golosos.

Todo el menú se marida con una botella de prosecco.