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El aroma fino, a sal y a marisco, convierten las Trufes Mallorquines d’Inca en todo un referente para quienes entienden de este fruto de la tierra. Para los que no son tan duchos en estos conocimientos, siempre hay maneras de degustar una trufa, especialmente para ocasiones especiales.
Los grandes chefs la utilizan para hacer mantequillas, aceites, aderezos… pero una de las maneras más sencillas y deliciosas para degustar una trufa mallorquina de Inca es en crudo. El consejo es rallarla en pequeñas lascas y espolvorearla sobre platos tan de cada día como la pasta fresca, unos huevos fritos con patatas, un risotto o, incluso, un revoltillo de verduras del tiempo.
“El consejo es rallarla en pequeñas lascas y espolvorearla sobre platos tan de cada día como la pasta fresca”