En cada ciudad hay establecimientos que podríamos llamar de culto por la extraordinaria raigambre que han logrado a lo largo de los años.
A todos nos viene a la cabeza el lugar para tomar un chocolate con ensaimadas, un variado, unas sopas mallorquinas… y, cuando pensamos en un restaurante, nada mejor que Los Rafaeles si se trata de comer bien, especialidades de la gran despensa mallorquina, mientras se conoce de primera mano la idiosincrasia del comensal lugareño. Efectivamente, Los Rafaeles no es solo un buen restaurante, sino que también es un punto de reunión en pleno corazón de Ciutat; a todo esto, son famosas las comidas de los viernes, que se alargan hasta bien entrada la tarde entre copas y animadas conversaciones.
Jaime Pizá, "es Menut", y Rafel Calle, en animada charla.
De todo ello el responsable se llama Jaime Pizá Bennasar (“Cas Birlo”, Binissalem, 1942) y atiende por es Menut. Menudo, sí, pero como una esencia de arrebatadora humanidad; terco, más poderosamente carismático; inmenso en su incuestionable labor de vigía de la buena cocina y de las relaciones sociales, a lo largo de más de 50 años en su entrañable Los Rafaeles.
En la barra, cada día se exponen los guisos que es Menut ha elaborado desde las 6 de la mañana.
A sus 78 años, sigue cocinando las croquetas, albóndigas, frito, caracoles, ensaladilla…, que, junto a los pescados, mariscos y carnes selectas, el jamón de bellota al corte y un surtido de los mejores postres clásicos, componen la propuesta de este mesón mallorquín, auténticamente entrañable.